En el calendario dice que hasta las 09:00 h podíamos inscribirnos, a las 08:00 h. un nutrido grupo de amigos habíamos quedado para disfrutar de esta mañana de tiro, que aunque fría, ha resultado cálida en cuanto a sensaciones.

La cola que se forma en las inscripciones es verdaderamente grande y se han necesitado dos tandas para dar cabida a todos los tiradores. Salvo una pequeña interrupción por fallo de la máquina de voltear las dianas, no ha habido otro contratiempo y la tirada se ha desarrollado con la cadencia reglamentaria, bajo las órdenes de D. J.Luis Segura.

Las puntuaciones de quien habitualmente superan la competición han sido las normales, pero no puedo pasar por alto la alegría compartida que se ha llevado quien escribe cuando al final de las series de precisión contaba con tres dianas de 94, total 282 puntos, a la postre la más alta en las series de precisión, digo compartida porque me gustaría que esto sirva de acicate para quien como yo, sufre en silencio las decepciones de la competición una detrás de otra. Quizás estas desilusiones serían menos numerosas si existiera una comunicación deportiva que bajo mi personal criterio adolecemos los practicantes de este deporte.

El encargado de modalidad en voz de D. Vicente Moreno, repartió los trofeos que se componían desde unos tarros de miel, melocotón a algunas botellas de vino y viandas variadas incluyendo la sorpresa de que al tercer clasificado de 2ª categoría le correspondería un jamón (premio sorpresa para incentivar la participación en cualquiera de las categorías), y que correspondió a un amigo, José Pedro Monedero, quien se ofreció públicamente a compartirlo, aunque por la poca cantidad de personas presentes no se llevó a cabo la cata.

Acto seguido, a las 14:00 h, después de una mañana entretenida regresamos a nuestros domicilios.

Antonio en su segunda entrada logró 7 dieces en la misma diana, todo un logro